La horchata, mucho más que un refresco

Una de las tradiciones del verano, sobre todo en el área
mediterránea, es el consumo de horchata de chufa, una bebida que el
Código Alimentario Español incluye en el grupo de las bebidas
refrescantes pero que a diferencia de la mayoría de éstas, no solo
contiene agua y azúcar sino que es una bebida nutritiva que contiene
proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, es
decir, sus calorías no son “vacías”.

La horchata de chufa se elabora con chufas machacadas, exprimidas y
mezcladas con agua y azúcar. La chufa es un tubérculo rico en
almidón, fibra y con un alto contenido en grasa (22-26%), lo que hace
que sea un alimento muy energético. Un 73% del total de sus ácidos
grasos son ácido oleico, lo que hace que el aceite de chufa se asemeje
bastante al aceite de oliva, haciéndolo muy interesante desde el punto
de vista médico ya que el ácido oleico reduce el colesterol total a
expensas del colesterol LDL (colesterol malo) y aumenta el colesterol
HDL (colesterol bueno).

Al tratarse de una bebida, el componente mayoritario de la horchata de
chufa es el agua, y entre los nutrientes que contiene, destacan los
hidratos de carbono. Dada la adición de azúcar, la horchata contiene
más cantidad de azúcar que de almidón, al contrario que la chufa.

Su contenido medio en grasas es de un 4%, mientras que el contenido
medio de proteína es de un 1%, destacando la arginina, un aminoácido
esencial para el feto y el recién nacido y que es precursor del óxido
nítrico, molécula que participa en importantes funciones biológicas
actuando como vasodilatador o en la transmisión de señales entre
neuronas entre otras. Entre los minerales que contiene destaca el
potasio y el fósforo, aunque también presenta calcio y magnesio.

A pesar de ser una bebida muy nutritiva no hay que abusar de su consumo si el objetivo este verano es perder peso, ya que tiene un alto
contenido energético (90 Kcal/100ml) y al ser tan refrescante es fácil
beber bastante cantidad sin darnos cuenta. Además, normalmente solemos acompañarla con “fartons”, lo que hace que acabemos consumiendo más calorías. Una opción para no pasarse con las calorías pedir un vaso pequeño y beberlo poco a poco para saborearla mejor.

En algunas heladerías artesanales se puede encontrar horchata sin
azúcar, en la que se reduce bastante el contenido calórico
(40Kcal/100ml) o también podemos elaborarla nosotros mismos cambiando el azúcar por edulcorante.

La elaboración es sencilla: poner 250g de chufas a remojo durante 2
días para que se hidraten bien, cambiando de vez en cuando el agua para
retirar las impurezas. Pasado ese tiempo hay que retirar el agua y
triturar la chufa en unos 250 ml de agua fría, después añadir poco
más de 1 litro de agua y déjarla reposar en la nevera durante 2 horas.
Después hay que colarla muy bien y añadir el edulcorante, batirla y
servirla bien fría.

Al no llevar azúcar el contenido calórico es menor que muchos zumos
de frutas comerciales pero debemos tener en cuenta que si la elaboramos nosotros, tenemos que consumirla pronto ya que se estropea fácilmente.

¡Ya verás que verano más refrescante!

  Nieves López
 
  Responsable del Centro de Valencia